Disfruta de una cena deliciosa y saludable con nuestro salmón al estilo Pragná. Sabor gourmet en pocos minutos, acompañado de verduras frescas. ¡Cocina fácil y sabrosa!

Tiempo de preparación: 40 minutos.

Tiempo de cocción: 10 a 15  minutos.

Ingredientes:

  • 4 filetes de salmón (aprox. 150 g cada uno).
  • 2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en rodajas.
  • 1 calabacín, cortado en rodajas.
  • 1 pimiento rojo, cortado en tiras.
  • 1 brócoli pequeño.
  • 2 dientes de ajo picados.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.
  • Jugo de 1 limón.
  • 1 cucharadita de pimienta limón Pragná®.
  • 1 cucharadita de pimienta negra (recién molida) Pragná®.
  • Rodajas de limón (opcional para servir).

¡Manos a la obra!

  • Iniciamos precalentando el horno a 200°C (390°F).
  • En un bol grande, mezclamos las rodajas de zanahorias y calabacín, el pimiento y el brócoli, con una cucharada de aceite de oliva, el ajo picado, tomillo, romero, sal y pimienta negra Pragná®. Una vez revueltas, colocamos las verduras en una bandeja para horno en una sola capa.
  • Horneamos las verduras durante 10 minutos para que comiencen a ablandarse mientras preparamos nuestro salmón.
  • Mientras las verduras se hornean, colocaremos los filetes de salmón en un plato. Rocíamos con otra cucharada de aceite de oliva y el jugo de limón. Sazona con sal, pimienta limón Pragná® , un poco más de tomillo y romero si se desea.
  • Después de los 10 minutos de cocción de las verduras, retiramos la bandeja del horno y colocamos los filetes de salmón sobre las verduras.
  • Regresamos la bandeja al horno y cocinamos por otros 12-15 minutos, o hasta que el salmón esté opaco y se desmenuce fácilmente con un tenedor. Las verduras deben estar tiernas pero aún crujientes.
  • Servimos el salmón acompañado de las verduras asadas y, si se desea, decoramos con rodajas de limón fresco, ¡a disfrutar!

¡Tip!

  • Un excelente tip para cocinar salmón es no sobrecocerlo. El salmón continúa cocinándose un poco después de sacarlo del horno, así que retíralo justo cuando esté opaco y se desmenuce fácilmente con un tenedor, pero aún esté jugoso en el centro. Esto suele ser cuando alcanza una temperatura interna de 60°C (140°F). Así te aseguras de que quede tierno y jugoso, ¡en lugar de seco!.